¿Cómo afecta la NOM – 51 a las marcas?
Cuando era estudiante, junto con algunos compañeros le dedicamos mucho tiempo de estudio a un fenómeno que para nosotros era nuevo en su entendimiento, mientras que para publicistas y mercadólogos experimentados era cosa de rutina.
La creación de personajes; dibujos animados que buscan fomentar la compra de algunos artículos, en especial aquellos que van dirigidos a niños.
Descubrimos un estudio que había realizado un veterinario en donde analizaba por que los perros y gatos en sus primeros meses de vida, eran muy solicitados para su adopción, mientras que con gatos y perros más grandes no pasaba lo mismo; la respuesta es muy intuitiva, a la gente les parecían tiernos los cachorros y por eso eran más buscados.
Muy pronto la investigación de aquel veterinario llamó la atención de otros profesionales, entonces ¿Qué elementos despiertan la sensación de ternura? ¿Qué tienen los cachorros que deseamos tenerlos y cuidarlos toda la noche? ¿Por qué ese caminar torpe de los primeros pasos de las crías de animales nos parecen tan bonitos?
Múltiples estudios fueron dando sentido a esta construcción de “ternura” que fue rescatada por los encargados de realizar nuevos productos, empaques, publicidad y sistemas de conexión con el consumidor.
Hoy se pueden encontrar hasta fórmulas de como diseñar un personaje que tenga las características de lo que entendemos como tierno, ojos grandes y separados, un brillo en las pupilas y un gesto de incertidumbre, como diciendo “estoy chiquito” “no me grites que siento feo”
Siempre visto de arriba para abajo, por que nunca hemos visto a un gigante tierno, la ternura parece venir en empaque y talla pequeña.
Estas fórmulas se pueden aplicar a envasados y generación de empaques más allá de un personaje en la portada, un gran ejemplo es la mini coca-cola de cristal, un producto que parecía generado para niños, pero fue más consumido por adultos, escuche a mucha gente decir: “quiero una coquita” “es que está chiquita y se antoja más” puedo concluir, que alguien muy brillante o estúpidamente intuitivo supo adaptar aquellos datos recabados por profesionales, y adaptarlos a la generación de algo nuevo, que provocó la misma sensación de la que tanto hablan en los libros de mercadotecnia y publicidad.
Si bien, en la actualidad hay una Norma que nos prohíbe usar personajes infantiles, animaciones, dibujos animados, celebridades, deportistas o cualquier elemento que fomente la compra de productos con alto contenido calórico, no debería representar gran problema para una marca comercial, pues existen muchas otras formas de transmitir esas sensaciones de afinidad que se producían con los personajes tradicionales.
Los tiempos cambian, y las marcas tienen que adaptarse a las nuevas reglas del juego, de ahí la importancia de las múltiples agencias de publicidad digital como Blue Business que buscan ayudar a las marcas a generar productos atractivos para el consumo, tomando en cuenta el cumplimiento de las nuevas normas.
Si tu piensas que tu marca no es adecuada para tener su propio personaje, seguramente no lo haz pensado con detenimiento, recuerda que cada vez las negociaciones son más rudas y tener un aliado amigable que nos ayude a cerrar contratos y ventas, nunca está de más.
Te dejamos en análisis completo de este tema en el siguiente video: